tenían temperada su aleación.
Un coctel de cariño y amistad
y un hijo varón
sin deseos de emancipación
De pronto a la mujer,
su barrio la empezó a desorientar.
Y la memoria le quiso fallar.
Se examinó.
Mal de alzheimer fue la resolución.
Le dio por arrastrar
las sillas afuera del comedor.
Su esposo contenía la emoción.
Y en la oscuridad
suplicaba por una conclusión
Dos veranos después
el hijo fue invitado a un casamiento.
El padre redactó su testamento.
Y abrazó a su esposa en posición fetal.
Su revólver los puso en libertad a los dos.
Libres
de elegir el camino
de protegernos cuando
nadie quiera entendernos.
Somos libres
de elegir el camino
de protegernos cuando
nadie quiera entendernos.
Somos libres!
Libres.