14.6.11

Namur sans amour.

Lo estaba esperando en la mesa de un café, su café, cuando sonó mi canción favorita de Michael Jackson. Ésa con la que me acuerdo de mi ex, porque una vez la escuchamos diez veces seguidas manejando en la carretera.

Fue raro, porque todas las canciones anteriores y posteriores que sonaron en la radio no las conocía. Pero ésta de Michael, el artista favorito de mi ex, me encantaba.

Lo tomé como una señal. Como un guiño con el que ella me decía "qué bueno que tomaste esta decisión".

En eso llegó Roberto. Conversamos sobre el trato y camino a la notaría nos fuimos hablando.

- Namur es una ciudad de Bélgica. Tengo una tía que vive en Namur.
- ¿Ah sí? No tenía idea. Pensábamos con mi mujer que era algún nombre árabe.
- No. O sea, también puede serlo, pero yo creo que el nombre de la calle es por la ciudad -le decía mientras pensaba en contarle a mi tía por facebook que este año viviría en Namur "como ella".

No pasó más de un día entre el tweet con fotos del depto (retweeteado por mi ex) y esta conversación para firmar el arriendo.

- No te voy a pedir aval.
- ¿No?
- No.
- Pero y cómo vas a confiar en mí.
- Yo tengo otros filtros.

Fue cuando pensé que ya no era sólo señales la cosa.

Me alegré. Mi sonrisa seguro transmitió la forma en que honraría su gesto de confianza.

Ahora tengo que decorar y vivir solo algo que con ella hubiese sido perfecto.

leen