20.9.09

escribir como ella (último de los contraargumentos para finalmente dejar de justificar y empezar a escribir)

Las dos veces que empecé a leer un libro de ella no pude pasar de las primeras veinte páginas. Se me hacía insoportable.

La crítica en Chile siempre la ha menospreciado, y lo entiendo igual. Son unos envidiosos y ella escribe para gente común. Gente que podría admirar hasta a un artista de figuras geométricas y fractales (no se me ocurre cosa más fea).

Anoche en las noticias mostraron el lanzamiento de su libro 19 en Madrid, donde aparecía diciendo.

- Si hay una fila de personas saliendo de El Corte Inglés bajo la lluvia para comprar mi último libro, entonces el viejo barbón (en alusión a algún crítico)... que se joda!

Luego, un par de cuñas a lectoras posesas explicando su devoción por sus libros. "Me ha ayudado en los momentos más duros de mi vida", "me siento totalmente identificada con lo que escribe", etc.

A mí en verdad Isabel Allende no me gusta, pero no porque venda ni porque la crea básica (que la creo). No me gusta como no me gusta el helado de menta, o un chocolate con pasas.

Y sin embargo, creo que a-veces-por-lo-general cuando alguien me lee, nacen de esa persona los sentimientos más isabelistas-allendistas.


leen